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Cáncer de mama: 5 puntos clave que debes conocer

  • Foto del escritor: Dr. Ludwing Bacon
    Dr. Ludwing Bacon
  • 24 sept.
  • 4 Min. de lectura

A pesar de los importantes avances en su detección y tratamiento, el cáncer de mama sigue siendo el cáncer más comúnmente diagnosticado en mujeres a nivel mundial y la segunda causa principal de muerte por cáncer en mujeres en Estados Unidos. Para 2025, se proyecta que habrá más de 315,000 nuevos casos de cáncer de mama invasivo y casi 56,000 casos de carcinoma ductal in situ solo en Estados Unidos.


Gracias a la caracterización genómica y las terapias dirigidas, ahora podemos identificar con precisión el subtipo de un tumor, seleccionar tratamientos específicos y definir mejor el riesgo de recurrencia. Este enfoque individualizado mejora los resultados para muchos pacientes, lo que hace que sea esencial mantenerse al día con los avances más recientes.


Aquí te presentamos cinco aspectos cruciales que debes saber sobre esta enfermedad.


1. El cáncer de mama no es una enfermedad única: abarca múltiples subtipos


El cáncer de mama es un conjunto de enfermedades, no solo una. Existe una amplia gama de subtipos que varían en apariencia, perfil molecular y comportamiento clínico. Una clasificación precisa es clave para identificar a las pacientes que se beneficiarán de las terapias dirigidas.


Los cánceres de mama se dividen en dos categorías principales:


Cánceres de mama no invasivos


Estos se limitan a los conductos o lobulillos y no se han propagado al tejido mamario circundante. Incluyen:


  • Carcinoma ductal in situ (CDIS): Células anormales en los conductos. Se detecta a menudo con una mamografía y se considera un precursor potencial del cáncer invasivo.

  • Carcinoma lobulillar in situ (CLIS): Células anormales en los lobulillos. Rara vez se convierte en cáncer invasivo, pero su presencia aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama en cualquiera de los dos senos.


Cánceres de mama invasivos


Estos se han propagado más allá de los conductos o lobulillos al tejido circundante y pueden formar metástasis en ganglios linfáticos u otros órganos. Los subtipos más comunes incluyen:

  • Carcinoma ductal invasivo: La forma más común (aproximadamente 80% de los casos invasivos). Se origina en los conductos y se propaga al tejido circundante.

  • Carcinoma lobulillar invasivo: Se origina en los lobulillos y representa el 15% de los nuevos casos. Crece en una fila difusa, lo que puede dificultar su detección.

  • Cáncer de mama inflamatorio: Un subtipo raro y agresivo. Las células cancerosas bloquean los vasos linfáticos de la piel, causando enrojecimiento e hinchazón. A menudo no presenta un bulto definido y progresa rápidamente.

  • Enfermedad de Paget del pezón: Cáncer poco común que afecta la piel del pezón y la areola. Suele asociarse con un carcinoma ductal subyacente.

Otros subtipos raros incluyen el carcinoma medular, mucinoso, tubular, metaplásico y papilar


2. La incidencia aumenta, pero la mortalidad disminuye


Aunque el número de nuevos casos de cáncer de mama ha aumentado gradualmente en Estados Unidos desde mediados de la década de 2000 (aproximadamente un 1% anual entre 2012 y 2021), la mortalidad ha disminuido constantemente desde 1989. Esta reducción general del 44% hasta 2022 se debe a mejoras en:


  • La detección temprana: Tecnologías de detección e imágenes, como la mamografía, permiten diagnosticar el cáncer en sus etapas iniciales.


  • La concienciación pública: Mayor conocimiento sobre los síntomas y la importancia del autoexamen.


  • Los avances en el tratamiento: Nuevas terapias que son más efectivas y menos tóxicas.


3. Terapias innovadoras están cambiando el tratamiento


El panorama del tratamiento del cáncer de mama está en constante evolución. Las innovaciones más recientes incluyen:


  • Inmunoterapias: Refuerzan la capacidad del sistema inmune para combatir las células cancerosas. Por ejemplo, el pembrolizumab está aprobado para el cáncer de mama triple negativo (CMTN) de alto riesgo.


  • Agentes dirigidos: Interfieren con vías moleculares específicas. Ejemplos incluyen terapias hormonales y terapias dirigidas a HER2, como el trastuzumab.


  • Conjugados anticuerpo-fármaco (ADCs): Estas terapias combinan un anticuerpo y un fármaco citotóxico, llevando el medicamento directamente a las células tumorales para minimizar la toxicidad sistémica.


    • Sacituzumab govitecan se dirige a una proteína llamada TROP2 y está aprobado para el cáncer de mama metastásico.

    • Trastuzumab deruxtecan se dirige a HER2 y está aprobado para el cáncer de mama avanzado con HER2 positivo y HER2 bajo.


  • Inteligencia artificial (IA): Los algoritmos de IA están siendo desarrollados para mejorar la precisión de las mamografías y personalizar los diagnósticos.


4. El perfil genómico personaliza el tratamiento y predice el riesgo


Los ensayos genómicos son pruebas que analizan los patrones de expresión de genes en un tumor para predecir su comportamiento biológico y orientar las decisiones de tratamiento. Algunos de los más utilizados son:


  • Oncotype DX: Evalúa 21 genes para predecir el riesgo de recurrencia y el posible beneficio de la quimioterapia.


  • MammaPrint: Analiza 70 genes para determinar el riesgo de metástasis a distancia, clasificando el riesgo en categorías.


  • Prosigna (PAM50): Utiliza 50 genes, junto con el tamaño del tumor y el estado de los ganglios, para generar una puntuación de riesgo de recurrencia.


  • Índice de Cáncer de Mama (BCI): Ayuda a predecir el riesgo de recurrencia tardía (5 a 10 años después del diagnóstico) para guiar el uso de terapia hormonal prolongada.


5. El rol de la dieta y el ejercicio en la prevención y recuperación


La evidencia científica subraya la importancia de un estilo de vida saludable en la prevención y el manejo del cáncer de mama. Una dieta equilibrada y la actividad física regular son factores clave.


  • Dieta: Se ha demostrado que una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras puede reducir el riesgo de cáncer de mama. Alimentos con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes son particularmente beneficiosos. Por otro lado, un alto consumo de carnes procesadas, alimentos ultraprocesados y grasas saturadas está asociado con un mayor riesgo. Mantener un peso saludable es crucial, ya que la obesidad, especialmente después de la menopausia, aumenta el riesgo de la enfermedad.


  • Ejercicio: La actividad física regular no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también tiene un impacto directo en el riesgo de cáncer de mama. Los estudios sugieren que hacer ejercicio de forma constante, como caminar rápido, correr o nadar, puede reducir el riesgo de recurrencia en sobrevivientes de cáncer de mama y mejorar la calidad de vida. El ejercicio también ayuda a reducir los niveles de hormonas como el estrógeno y la insulina, que pueden influir en el crecimiento de las células cancerosas.


Adoptar estos hábitos saludables no solo es una forma de prevención, sino también una parte importante del plan de tratamiento y recuperación.


REFERENCIA:






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